sábado, 14 de julio de 2007

Bebé a bordo? Yo me bajo

Estoy cansado de lo políticamente correcto. Creo que debe
hacerse un movimiento mundial para terminar con una farsa
extendida por todo el mundo, dos puntos, los bebés. Muchos
opinan igual que yo, pero pocos se animan a decirlo, por miedo a
ser vilipendiados, a sufrir el escarnio público, a ser
discriminados en distintos ámbitos. No me gustan los bebés. No.
No insistan. No. Y no sólo no me gustan, si no que quisiera
acabar con ciertos mitos acerca de los bebés.Por un lado, los bebés recién nacidos no son lindos. Pueden
tener rico olor, ser simpáticos, ser tranquilos, pero lindos, lo
que se dice lindos, jamás. Cuando se acabe la dictadura de las
mujeres, que obligan a respuestas de compromiso ("Ay, no es
hermoso, no te lo comerías a besos?"..."mseee, es precioso
-aunque me gustaría más comerme una provoleta asada, pero
bueh-"), el mundo será distinto. Un mundo donde uno pueda
caminar por las veredas sin esquivar esos armatostes llamados
carritos. Antes un carrito era un carrito. Y tenían un valor
lógico. Ahora no, valen fortunas, hay un mercado de usados,
autoapartes y hasta tienen un seguro contra terceros. Sin ir más
lejos, el otro día veía la cola en una estación de servicio, y
había remises, taxis, fletes y carritos de bebés!!! con madres
protestando por el costo del combustible!!!.Otra cuestión con los bebés, es que no se parecen a nadie. Me
causa gracia escuchar comentarios al estilo de "tiene las orejas
del padre, los labios del tío y la nariz del carnicero". Qué es
ese bebé, un puzzle? Los bebés no se parecen a nadie. Quizás se
parezcan a otros bebés. Yo vi dos en una guardería y tenían un
parecido tremendo entre ellos. Poco pelo, blancos, gordos y con
una tendencia terrible al llanto.Entonces, me gustaría alguna vez poder ser honesto. Y ante la
pregunta: "No es hermoso el nene?", poder decir "No. Y tiene
olor a vómito. Uácale. Sacalo de mi vista"; "No quiero cargarlo,
para qué?, qué soy, una hamaca viviente?"; "No, no se parece al
papá. Se parece a una pelota de básquet con orejas y pompón".
Que lindo un mundo donde se puedan decir las cosas como son, no?En fin, probablemente me tilden de escoria humana, y no digo que
estén equivocados en pensar así, pero bueno, que nadie me niegue
que nunca ha pensado esto. Podrán decirme que lo que me pasa es
que no tengo hijos, y quizás sea así, pero bueno, también creo
que tiene una explicación. Los bebés propios son propios, y eso
los exime de todo. Perdón por la fealdad de la metáfora, pero
apenas alguien me la ejemplifique mejor, la cambio; then, digo,
de pronto, me parece, los bebés son como los pedos, le gustan
solo al dueño. Sory, fat, q sea políticamente incorrecto,
pero usted, estimado lector, si es honesto y coherente consigo
mismo, sabe que tengo razón.

1 comentario:

Geli dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo. Y yo también prefiero comerme una provoleta asada antes que comerme a besos un bebé :P
Lo que no es cierto es lo de la "dictadura de mujeres" te sorprendería saber cuántas no quieren tener hijos ni le gustan los crios. Y todas sufrimos en carne propia la presión social por ser madres. Nunca falta un infranormal que dice "la mujer se realiza cuando tiene un hijo" basura ¬¬

Saludos!